Los desnudos femeninos, de líneas sinuosas, dibujo exacto y pureza de formas. Algunas de sus obras más importantes son:
Su Gran bañista (llamada La bañista de Valpinçon,1808, Louvre), recuerda a los lienzos de David durante la Revolución[3] ; ofrece el torso de un desnudo femenino con un gran refinamiento de contornos y de colores, la mujer está iluminada por los reflejos difusos de la toalla y del turbante que limita con líneas arabescas. Esta bañista es la primera de una serie que realizará a lo largo de toda su carrera.
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